Algunas especies de aves no presentan dimorfismo sexual en su forma adulta y muchas son muy difíciles de clasificar según su género en los primeros meses de vida, conocer su sexo es primordial a la hora de establecer un plan de cría.
La mayoría de criadores de psitácidas como agapornis, yacos o ninfas y muchos de los silvestristas de jilgueros o criadores de canarios e incluso de aves rapaces como halcones, azores, búhos o lechuzas se han tenido que enfrentar al dilema de clasificar a un polluelo como macho o hembra.
Estas y otras cuestiones sobre el sexado o sexaje de aves son las que vamos a intentar resolver en este post.
Algunas especies de aves no presentan dimorfismo sexual en su forma adulta y muchas son muy difíciles de clasificar según su género en los primeros meses de vida, conocer su sexo es primordial a la hora de establecer un plan de cría.
Existen varias técnicas tradicionales a la hora de sexar aves. Entre estas técnicas podemos destacar el análisis morfométrico, como el ancho de la pelvis, el examen cloacal o el autosexado por caracteres heredables. Estos métodos pueden resultar poco precisos según a qué especie nos estemos enfrentando, y aún más si queremos realizar una clasificación temprana de los polluelos. Por otro lado, encontramos otras técnicas como la endoscopia, una metodología invasiva y con un riesgo asociado para el ave, ya que se usa anestesia para poner realizarla, además del elevado coste para el criador.
Como alternativa a estos métodos, se desarrollaron técnicas basadas en la amplificación de ADN, que resultan ser, muy poco invasivas, mucho más precisas y económicas que las técnicas tradicionales.
La técnica de sexado genético consiste en la amplificación de una secuencia del gen CHD por PCR (siglas en inglés para la reacción en cadena de la polimerasa). Este gen se encuentra en ambos cromosomas sexuales, que, en el caso de las aves, se denominan Z y W y no X e Y como en mamíferos. Al contrario que en éstos, las hembras de las aves, poseen dos cromosomas diferentes ZW mientras que los machos poseen dos cromosomas iguales ZZ, mientras que en los mamíferos las hembras son XX y los machos son XY.
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Para amplificar el gen CHD, se utilizan marcadores o primers que se unen a este gen y permiten que la región se replique gracias al proceso denominado PCR, generando millones de copias del gen diana, que posteriormente podrán ser vistas en un gel de agarosa.
Debido a la diferencia de tamaño entre las partes del gen amplificadas en ambos cromosomas (Z y W), es posible distinguirlos de manera visual. En el caso de las hembras, se observarán dos bandas correspondientes al gen amplificado en sus dos cromosomas CHD-Z y CHD-W, mientras que, en el macho, se observará sólo una banda, la que corresponde al gen CHD-Z.
Este proceso completo puede ser realizado en pocas horas si las muestras son de calidad y si la técnica está puesta a punto por personal cualificado para cada una de las familias de aves, ya que no es lo mismo enfrentarse a un sexado en una paloma que en una pyrrhura, una amazona, un ara o un turaco.
En Iberogen realizamos este análisis para todas las especies de neoaves, galliformes y anseriformes, si tu especie de ave no se encuentra en nuestro listado no dudes en consultarnos.
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Desde nuestra experiencia en estos casi 10 años en IBEROGEN, creemos que el sexado genético es la técnica más fiable, menos invasiva y más económica que existe para conocer el género de las aves siempre que la desarrolle un profesional en un laboratorio equipado y siempre que se hayan seguido las pautas correctas de muestreo.
¿Pero y el muestreo? ¿Cómo tomo las muestras para el sexado? ¿Puedo enviar cáscara de huevo? ¿Me valen las plumas caídas para sexar por ADN? ¿Y las de la cloaca? ¿Qué edad tiene que tener mi agapornis para poder sexarlo?
Estas cuestiones las resolveremos en el siguiente post.
Un saludo y buena cría.
Bibliografía:
De una experiencia vital muy relacionada con la ciencia y el arte, trato de participar en proyectos que me ilusionen, dando el máximo de mí siempre que el intercambio energético sea recíproco. Mi objetivo es seguir descubriendo, participando e ilusionándome con nuevas metas.
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