Los coronavirus son un grupo de virus de ARN que pertenecen a la familia Coronaviridae. Esta familia se divide en cuatro géneros, entre los que se encuentran los Betacoronavirus, género al que pertenece el SARS-CoV-2, agente causal de la COVID-19.
Los betacoronavirus solo infectan a mamíferos y normalmente son responsables de infecciones leves del tracto respiratorio superior en humanos y gastroenteritis en animales. En el caso de las infecciones ocasionadas por SARS-CoV-2 se han observado efectos muy variables, los cuales se deben a múltiples factores que aún son objeto de investigación.
El SARS-CoV-2 tiene un tamaño aproximado de 50 a 200 nm de diámetro, y su genoma es de ARN monocatenario de sentido positivo, el cual consta de alrededor de treinta mil nucleótidos de longitud. El genoma del SARS-CoV-2 tiene cuatro genes para las proteínas estructurales características de los coronavirus que se designan con las letras S, E, M y N, además, tiene los genes ORFs que codifican proteínas no estructurales como enzimas que actúan durante su ciclo reproductivo del virus.
Debido a que el SARS-CoV-2 es un virus de ARN, su detección e identificación se realiza mediante la técnica molecular llamada RT-PCR en tiempo real, la cual permite transformar el ARN del virus en ADN mediante un proceso de retrotranscripción. Posteriormente, el ADN obtenido entra en el proceso de amplificación mediante PCR en tiempo real. A medida que se producen nuevas copias del ADN vírico, los marcadores se acoplan a las cadenas de ADN y emiten una fluorescencia que es captada y medida por un ordenador con un software específico. Cuando la fluorescencia supera un determinado nivel, se confirma la presencia del virus.
Inicialmente, los marcadores diseñados para la detección del SARS-CoV-2 estaban dirigidos al gen N. Posteriormente, se fueron desarrollando nuevos protocolos diagnósticos, que además de ir dirigido al gen N, también tienen como diana otros genes, como el E, S o RdRp, con el objetivo de aumentar la sensibilidad y especificidad, así como de evitar resultados falsos negativos, debido a la aparición de mutaciones.
La RT-PCR en tiempo real es la técnica más exacta para detectar el coronavirus. Es muy sensible y precisa, ofreciendo un diagnóstico fiable en apenas tres horas.
Proporcionamos un servicio profesional enfocado en garantizar un trabajo de calidad para nuestros clientes nacionales e internacionales.
¿Necesitas un servicio profesional y eficiente? Pídenos de manera rápida y sencilla el análisis que necesites.
En Iberogen, contamos con un laboratorio de vanguardia capaz de afrontar cualquier tipo de proyecto.
