El estudio de la estructura genética de las poblaciones animales y vegetales se ha convertido en una potente herramienta en los programas de conservación de especies, desde Iberogen trabajamos para hacer tu proyecto posible.
La genética molecular ofrece muchas posibilidades en el estudio del medioambiente y los ecosistemas, debido a la alta fiabilidad en la detección e identificación de especies y a la necesidad de pequeñas cantidades de muestras biológicas. El empleo de ADN ambiental permite detectar genéticamente las especies presentes en distintos ecosistemas, con una alta sensibilidad y precisión, sin necesidad de capturar individuos, lo que se muestra muy útil en el estudio de especies raras o de difícil captura. Esto la convierte en la técnica ideal para trabajos de bioseguridad, alerta temprana de especies invasoras o patógenas, así como para el estudio y monitorización de especies protegidas o en peligro.
Desde una perspectiva genética, la conservación de una especie amenazada o en peligro de extinción pasa por mantener los niveles más altos de variabilidad genética para la misma, siendo el objetivo de los programas de conservación tratar de asegurar la supervivencia de sus individuos y aumentar el censo de las poblaciones que componen a dicha especie.
El estudio de la genética de las poblaciones y de las fuerzas de cambio evolutivo que actúan sobre ellas, son las herramientas en las que se basa la genética de la conservación actual.
Para entender parte de estas fuerzas de cambio, es necesaria la filogeografía, ya que estudia los principios y procesos que gobiernan la distribución geográfica de los linajes genealógicos.
La consanguinidad es el resultado del apareamiento entre parientes producido cuando se reduce drásticamente el número de reproductores en una población o especie. Una de sus consecuencias asociadas es el deterioro de la capacidad reproductiva de los individuos conocido como “depresión consanguínea”, asociada normalmente con un número menor de gametos, de descendencia o de producción de frutos o semillas en el caso de las plantas. Irremediablemente este hecho aumenta la pérdida de alelos y reduce la variabilidad genética de las poblaciones afectadas.
Las técnicas moleculares actuales permiten autentificar de manera muy precisa la especie o la subespecie a la que pertenece un individuo. Determinamos en cada caso el grupo taxonómico en el que se clasifica genéticamente analizando regiones específicas muy conservadas de su ADN, mediante PCR y secuenciación para luego compararlas con bases de datos propias o globales como el NCBI.
Determinamos especies y subespecies en:
De una experiencia vital muy relacionada con la ciencia y el arte, trato de participar en proyectos que me ilusionen, dando el máximo de mí siempre que el intercambio energético sea recíproco. Mi objetivo es seguir descubriendo, participando e ilusionándome con nuevas metas.